Las reacciones nucleares son
procesos en los que unos núcleos se transforman en otros liberando una gran
cantidad de energía. La reacción nuclear debe auto mantenerse para que la
energía liberada pueda ser aprovechada con fines bélicos (como en bombas
atómicas) o pacíficos (en centrales nucleares).
El hecho de que una reacción
nuclear en cadena se mantenga depende de la distribución y cantidad de la
sustancia que experimenta la reacción nuclear.
En este experimento colocamos un
número determinado de cerillas sobre una superficie perforada y se enciende una
de ellas. Si estas están muy alejadas unas de otras no se producirá la reacción
en cadena, por lo que esto solo ocurrirá cuando haya una concentración
determinada de cerillas.
Se puede certificar que la
distribución del material tiene una función decisiva para que se auto sostenga
la reacción en cadena, pero además también afecta al ritmo con el que se libera
la energía, pues una concentración baja, pero suficiente, del material hará que
la energía se libere a un ritmo lento; mientras que si la concentración del
material que experimenta la reacción en cadena es elevada se originará una
liberación repentina de energía, similar a una explosión.
Fuente: elaboración propia